En india existe el término, «jugaad«, que significa "hacer lo mejor posible con los recursos que se tiene" y que en español conocemos como “frugal”.
India, uno de los países con mayor pobreza del mundo, ha logrado resolver con éxito muchos de sus problemas, a través de la innovación frugal. Esta metodología ha sido adoptada también por varios países en Latinoamérica, Asia y África, entre otros. Resolviendo problemas como la falta de recursos y/o de servicios básicos; acceso al agua potable y energía eléctrica, por nombrar solo algunos. Así la innovación frugal
se ha convertido en una solución viable para estos países transformándose en una metodología de diseño de producto basado en la máxima eficiencia de sus prestaciones, utilizando el menor número de recursos,
y restando importancia a otras características como su estética o imagen.
No hay duda que la innovación es clave en el desarrollo de cualquier organización y país. En este sentido las organizaciones pequeñas y países en vías de desarrollo tienen un conjunto de restricciones que les impide embarcarse en procesos de innovación complejos y que no siempre entregan resultados positivos, por lo que la innovación frugal es una opción que se adapta mejor a su realidad. Pero no todo se trata de solucionar problemas de países en vías desarrollo o pequeñas organizaciones, no olvidemos que la
innovación frugal es resolver problemas con los mínimos recursos disponibles.
Veamos un ejemplo emblemático: En el
Apolo 13,
los astronautas se enfrentaron a una explosión de un tanque de oxígeno afectando la calidad del aire que respiraban, el CO2 comenzó a acumularse sin ser filtrado. Los ingenieros en tierra se las "ingeniaron" para elaborar un filtro de aire con los materiales que tenían los astronautas dentro de la cápsula, utilizaron desde la tapa de los manuales de vuelo hasta calcetines. Finalmente lograron terminar la misión con éxito. Esto no se trata de improvisación, al revés, se necesita de mucho ingenio y repensar lo que se hace, especialmente el uso de materiales, conocimiento, costos, etc. Para ello es clave pensar fuera de la caja, “Out of the box”, estimular la creatividad eliminando los prejuicios, los “pero”
y limitar los recursos, costos y tiempo para poder dar una solución rápida.
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El fin último de la innovación frugal es crear productos y servicios accesibles en precio, fáciles de conseguir y que logren solucionar una necesidad real y valorada por las personas.
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En India encontramos casos emblemáticos, como el de la empresa
Mitticool
que creó un refrigerador de arcilla de US$50 que soluciona el problema de la falta de electricidad; el gobierno lanzó en 2010 la tablet Aakash
de US$35, la más económica del mercado, para fomentar su uso en colegios, y la compañía india, Tata Motors, que creó el auto Nano, que tiene un valor de US$2.200.
En general, las innovaciones frugales se han desarrollado en y para contextos de mercado de bajos ingresos, resolviendo por décadas grandes desafíos sociales en países en vías de desarrollo, pero como señalaba
Jaideep Prabhu
en 2013, el jugaad es una salida importante para las crisis económicas en los países desarrollados, y vemos como en los últimos años ha crecido exponencialmente entre ellos, siendo aplicada en empresas multinacionales y universidades.
Esta vez, ante una crisis de tal magnitud como la que estamos viviendo, nos toca poner lo mejor de nosotros y adoptar las mejores prácticas para asumir los retos que se presentan en esta la pandemia.